22 julio 2005
Se conocen finalmente los motivos profundos que originaron la actual disputa entre el Presidente y su antiguo aliado
La pelea entre Kirchner y Duhalde es por la Caja
Habría sido motivado por un malentendido alrededor de una misteriosa caja de cartón
Corrían los primeros fríos del invierno de 2004, y el matrimonio político entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde estaba todavía en una larga luna de miel, un estado de nirvana superior con música de pink floyd a todo volumen de fondo (para que puedan graficar la situación). Solían haber almuerzos y cenas con la presencia de ambos matrimonios juntos, Cristina y Chiche se la pasaban chismorreando de lo más divertidas, Néstor como un nene iba de acá para allá haciéndole bromas a todo el mundo (hubo quien rememoró el gusto del Ilustre Restaurador, Don Juan Manuel de Rosas por las bromas a sus invitados, aunque fueran ellos diplomáticos o mandatarios extranjeros, e incluso tenía un bufón contratado para tales menesteres). En este caso el primer mandatario prefiere realizarlas él en forma personal.
Así durante un fin de semana del mes de mayo del año pasado, en la quinta de San Vicente, Don Eduardo Duhalde salió en pantuflas a buscar el diario y se encontró con una Caja de cartón bastante grande, envuelta con un moño rojo. Tomóla y llevóla hacia el palier de su casa para examinarla más de cerca. Grande fue su sorpresa cuando vio dentro de la misma un extraño aparato con forma de pene, enorme y de un fuerte color fucsia. Pasado el primer momento de gran asombro y estupor, vio que venía con una tarjeta que rezaba lo siguiente “Para chiche, un regalo del Matrimonio K, para que vayas probándolo, ya que luego lo podremos usar cuando llevemos nuestro acuerdo entre matrimonios políticos a un nuevo nivel, te propongo chiche que hagamos un intercambio, lo que los jóvenes llaman “swingers”, no le digas nada por ahora a Eduardo, viste que él es así medio conserva, vayamos llevándolo de a poco ;) Néstor y Cristina”.
Como político de raza lo que más molestó a Don Eduardo fue ese “no le digas nada por ahora”, la sola posibilidad de que existiera un acuerdo entre chiche y los K que lo dejara afuera sacó fuera de sí al ex primer mandatario, quien en un arrebato de furia descontrolada comenzó a golpear a sus canes guardianes (enormes bulldogs, dobermans, pitbulls y dogos argentinos), los cuales de no haber mediado la intervención de su guardia (humana) privada, sin dudas que hoy nadie hablaría de pelea alguna en el PJ bonaerense…
Tras este primer momento de cólera inusual para un hombre tan prudente y medido como Eduardo Duhalde, y luego de que hubieran de suturarle unos puntos en diversas zonas de su cuerpo, tomó la decisión que marcaría, marca y marcará la política de los próximos años en la Argentina: su matrimonio político con Néstor K debía llegar a su fin, la pelea final por el control del Peronismo comenzaba a dar sus primeros pasos… en estos momentos tan aciagos, y ante los escépticos de siempre, la historia nos trae miles de ejemplos en los cuales el simple carácter personal o hecho particular de un líder influye de manera decisiva en la política: el caudillo federal Facundo Quiroga odiaba a su colega de partido, el Gobernador de Santa Fe Estanislao López, por haberle robado y maltratado a su caballo preferido… ni más ni menos…
Usted querido lector pensará que es una tremenda estupidez, pero los grandes conflictos mundiales comienzan todos con una estupidez, un malentendido inocente, un accidente, etc. Esta nueva guerra del peronismo (y van...) se desató debido a un malentendido entre un presidente bromista y un líder bonaerense un poco serio que no supo entender las nuevas modas y costumbres sexuales vigentes, así la conclusión de algunos diarios y revistas (como Noticias) que consignaban el meollo del problema en una GUERRA POR LA CAJA queda totalmente demostrada….
No se trata de problemas ideológicos, ni de poder territorial, ni de posicionamiento frente a la opinión pública, ni del control del PJ, ni de dos mujeres demasiado ambiciosas o dos maridos con pocas pulgas, o de dinero, poder o prestigio sino que fue todo producto de una CAJA y un mal día, de eso depende nuestro futuro como país: de cajas de cartón, penes artificiales, matrimonios y ¡algo más! (¡SI! Si querés llorar llorá, te lo merecés)
"¡Dale gato! ¡devolveme la presidencia!" dijo el cabezón, "¡No te devuelvo nada infelish!" le respondió K
La pelea entre Kirchner y Duhalde es por la Caja
Habría sido motivado por un malentendido alrededor de una misteriosa caja de cartón
Corrían los primeros fríos del invierno de 2004, y el matrimonio político entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde estaba todavía en una larga luna de miel, un estado de nirvana superior con música de pink floyd a todo volumen de fondo (para que puedan graficar la situación). Solían haber almuerzos y cenas con la presencia de ambos matrimonios juntos, Cristina y Chiche se la pasaban chismorreando de lo más divertidas, Néstor como un nene iba de acá para allá haciéndole bromas a todo el mundo (hubo quien rememoró el gusto del Ilustre Restaurador, Don Juan Manuel de Rosas por las bromas a sus invitados, aunque fueran ellos diplomáticos o mandatarios extranjeros, e incluso tenía un bufón contratado para tales menesteres). En este caso el primer mandatario prefiere realizarlas él en forma personal.
Así durante un fin de semana del mes de mayo del año pasado, en la quinta de San Vicente, Don Eduardo Duhalde salió en pantuflas a buscar el diario y se encontró con una Caja de cartón bastante grande, envuelta con un moño rojo. Tomóla y llevóla hacia el palier de su casa para examinarla más de cerca. Grande fue su sorpresa cuando vio dentro de la misma un extraño aparato con forma de pene, enorme y de un fuerte color fucsia. Pasado el primer momento de gran asombro y estupor, vio que venía con una tarjeta que rezaba lo siguiente “Para chiche, un regalo del Matrimonio K, para que vayas probándolo, ya que luego lo podremos usar cuando llevemos nuestro acuerdo entre matrimonios políticos a un nuevo nivel, te propongo chiche que hagamos un intercambio, lo que los jóvenes llaman “swingers”, no le digas nada por ahora a Eduardo, viste que él es así medio conserva, vayamos llevándolo de a poco ;) Néstor y Cristina”.
Como político de raza lo que más molestó a Don Eduardo fue ese “no le digas nada por ahora”, la sola posibilidad de que existiera un acuerdo entre chiche y los K que lo dejara afuera sacó fuera de sí al ex primer mandatario, quien en un arrebato de furia descontrolada comenzó a golpear a sus canes guardianes (enormes bulldogs, dobermans, pitbulls y dogos argentinos), los cuales de no haber mediado la intervención de su guardia (humana) privada, sin dudas que hoy nadie hablaría de pelea alguna en el PJ bonaerense…
Tras este primer momento de cólera inusual para un hombre tan prudente y medido como Eduardo Duhalde, y luego de que hubieran de suturarle unos puntos en diversas zonas de su cuerpo, tomó la decisión que marcaría, marca y marcará la política de los próximos años en la Argentina: su matrimonio político con Néstor K debía llegar a su fin, la pelea final por el control del Peronismo comenzaba a dar sus primeros pasos… en estos momentos tan aciagos, y ante los escépticos de siempre, la historia nos trae miles de ejemplos en los cuales el simple carácter personal o hecho particular de un líder influye de manera decisiva en la política: el caudillo federal Facundo Quiroga odiaba a su colega de partido, el Gobernador de Santa Fe Estanislao López, por haberle robado y maltratado a su caballo preferido… ni más ni menos…
Usted querido lector pensará que es una tremenda estupidez, pero los grandes conflictos mundiales comienzan todos con una estupidez, un malentendido inocente, un accidente, etc. Esta nueva guerra del peronismo (y van...) se desató debido a un malentendido entre un presidente bromista y un líder bonaerense un poco serio que no supo entender las nuevas modas y costumbres sexuales vigentes, así la conclusión de algunos diarios y revistas (como Noticias) que consignaban el meollo del problema en una GUERRA POR LA CAJA queda totalmente demostrada….
No se trata de problemas ideológicos, ni de poder territorial, ni de posicionamiento frente a la opinión pública, ni del control del PJ, ni de dos mujeres demasiado ambiciosas o dos maridos con pocas pulgas, o de dinero, poder o prestigio sino que fue todo producto de una CAJA y un mal día, de eso depende nuestro futuro como país: de cajas de cartón, penes artificiales, matrimonios y ¡algo más! (¡SI! Si querés llorar llorá, te lo merecés)
"¡Dale gato! ¡devolveme la presidencia!" dijo el cabezón, "¡No te devuelvo nada infelish!" le respondió K